Museo Afroboliviano Tocaña preservar la memoria y cultura de la comunidad
La saya tiene un lugar "de resguardo" en el Centro de Interpretación Cultural Afroboliviano Tocaña.
La saya tiene un lugar "de resguardo" en el Centro de Interpretación Cultural Afroboliviano Tocaña.
La saya, instrumentos musicales y memorias visuales son parte de las expresiones culturales que se "resguardan" en el Centro de Interpretación Cultural Afroboliviano Tocaña, un recinto que se podrá visitar en Tocaña.
El museo tiene un salón audiovisual con fotografías de 26 personajes que fueron influyentes en la difusión de la cultura afroboliviana, documentales sobre la llegada de los afrodescendientes al país y un espacio para la consulta bibliográfica, reseña EFE.
Edgar Gemio, encargado del Centro de Interpretación Cultural Afroboliviano Tocaña, aseguró que el centro fue fundado en el 2003.
"Esos espacios, esos momentos se han conseguido a base de sufrimiento, luchas y mucha sangre seguramente. Entonces para cimentar eso nos sirve este espacio, para marcar la identidad, para poner en valor estas situaciones y poder expresarlo y compartir con la gente que nos visita", dijo Gemio.
Para el año 2007, tuvo un buen inicio porque pudieron hacer un escenario de capacidad para 200 personas y una sala de exposición, una cafetería y comedor. Pero después del 2021, fue remodelado bajo la visión de Gemio.
Según datos bibliográficos, la memoria de los afrobolivianos está presente en algunas sayas. Los primeros africanos llegaron a Bolivia en el siglo XVI por la ruta de Panamá-Perú, mientras que otros llegaron desde Buenos Aires, Argentina, cuando fueron esclavos en las minas de plata de Potosí.
La población llegó a Mururata, que era el lugar donde "se repartían" a los demás lugares donde se requerían más esclavos. "Salían para las haciendas de Tocaña, Chijchipa, San Joaquín y Suapi", detalla.
"Con la saya nosotros podemos llegar a diferentes escenarios y mostrar y decir lo que sentimos, y contar nuestras experiencias, nuestros sueños y las emociones que tenemos", contó Gemio.
Asegurando, que existen otras expresiones culturales como la semba, un tipo de baile que era una expresión de resistencia en la época de las haciendas y el mauchi, un género de las ceremonias fúnebres que forma parte de la cultura. El museo ahora tiene vestimentas de estos bailes y muestras de los instrumentos musicales con las que se interpretan este tipo de expresiones artísticas.
Según explica Gemio, el centro está buscando trabajar en un proceso constante para mantener la vigencia de recursos culturales que se exponen dentro del museo, "la idea es que cualquier persona pueda acceder a los contenidos y actividades culturales que se presentan en el lugar".