Perú, Colombia, Ecuador y Brasil reciben mercurio desde Bolivia

Perú, Colombia, Ecuador y Brasil son los países que reciben mercurio ilegal que se destina para la práctica de minería descontrolada en Sudamérica. La información fue revelado por el medio Mongabay. 

"Es difícil conseguir información oficial, porque sería una confesión de incumplimiento de deberes y violación de derechos humanos. Por ello, es común que los informantes guarden su identidad en reserva", reveló la presidenta de la Comisión de Medioambiente del Senado, Cecilia Requena. 

Ahora bien, todo esto tiene un trasfondo de políticas públicas. Bolivia es uno de los países que aún no ha prohibido ni regulado la importación de mercurio y es algo que facilita mucho el uso ilegal del agente tóxico que se destina para las prácticas de minería. 

Para Marcos Orellana, relator de las Naciones Unidas sobre Sustancias Tóxicas, no solamente Bolivia forma parte de esta lista de distribución de mercurio. Desde el norte de Sudamérica, por Venezuela y Guyana, se ingresa como contrabando el tóxico y por el sur, Bolivia. 

Lo que preocupa, es que el mercurio que distribuye Bolivia, es mucho mayor al que realmente se utiliza y el excedente de todo, se va a cuatro países de la región. "Más aún, se incumple la buena fe del Estado con el Convenio de Minamata. En vez de aprobar un plan para reducir el uso de este compuesto, se ha incrementado su importación desde 2015", se preguntó Orellana. 

Además informó de que la situación se ha vuelto incontrolable. El tráfico de la sustancia se ha convertido en un "oro tóxico", ya que los grupos que lo comercializan se lucran con su distribución y para pasar el producto entre las fronteras, trabajan con "sobornos y conexiones dentro de los Gobiernos". 

El último inventario "oficial" revelaba que las fuentes de emisión de mercurio datan del 2017 y allí se establecía que la minería es responsable del 80 % de las liberaciones de mercurio en el ambiente. De 2.000 cooperativas mineras que operan en Bolivia, el 70 % son auríferas. 

Las cifras de aumento de extracción de oro en el país se elevaron entre 2015 y 2020, con un promedio de explotación anual de 20 toneladas, sin contar con la extracción ilegal.