Las máscaras de María Galindo para Carnaval causan sensación en redes sociales

La población se alista para los festejos de Carnaval, por lo tanto, buscan disfraces. Este año los comerciantes de La Paz innovaron en la venta de máscaras, pues en redes sociales se han viralizado imágenes de máscaras de María Galindo.

La activista se convirtió en una figura del feminismo en Bolivia y gracias a sus intervenciones que también se viralizaron, ahora se comercializa un disfraz en su honor.

Pero esta ingeniosa idea llegó hasta los oídos de Galindo quien hizo una publicación en su página de Facebook, haciendo alusión a las máscaras que la representan. Galindo asegura que estar en el Carnaval es “estar en el corazón de la gente”.

“No hay nada más poderoso que el imaginario social. Ser objeto de burla, imitación, simulación. Estar en los carnavales de la gente es estar en los corazones de la gente. Eso es mover una fuerza que no es física, ni únicamente intelectual es mover emocionalidad”, dice el poste de la activista.

En su publicación se puede ver miles de comentarios apoyando a Galindo y disfrutando de esta iniciativa que se ha viralizado en los últimos días. Algunos usuarios de las redes sociales aseguran que compararán las máscaras.

“Ya me compré una” “Me compraré una para mi trámite de licencia de conducir, yo quiero” “Con eso iré a gritar a mis hijos ‘se rascan’ cuando no me ayuden en casa” “Con estas máscaras hay que ir alguna Institución y nos atenderán con prioridad” “Me pongo esa mascarita y me hace caso todo el mundo”, dicen algunos comentarios.

Galindo ha logrado tener una gran repercusión en todo el país, la activista feminista y fundadora de Mujeres Creando y Radio Deseo, fue tendencia en TikTok en 2022, luego de que el grupo de cumbia “Los Brothers” lanzara una canción en honor a María.

El tema con la frase pegajosa "dijipi diripi irititiriti", fue sacado de un video donde la activista denuncia la burocracia con la que se tratan los procesos por violencia contra la mujer y sin duda se convirtió en una sensación que hasta la actualidad sigue haciendo bailar a los bolivianos.