Juana Azurduy o Asurdui: el debate sobre cómo se escribe realmente el apellido de la general
El Gobierno presentó un monumento a la general Juana Azurduy de Padilla que está ubicado en la plaza 25 de mayo en Sucre

El Gobierno presentó un monumento a la general Juana Azurduy de Padilla que está ubicado en la plaza 25 de mayo en Sucre
Este lunes en medio de los actos por el Bicentenario de Bolivia, el presidente de Bolivia, Luis Arce, descubrió el monumento de la general Juana Azurduy de Padilla en la plaza 25 de mayo de la ciudad de Sucre. El monumento llamó la atención debido a la forma de escribir el nombre.
Fue entonces cuando empezó la polémica, pues al descubrirse este monumento se podía ver el nombre Juana Asurdui de Padilla, algo que muchos consideraron un error de escritura en el monumento, sin embargo, no fue así.
El presidente de la Sociedad de Estudios Geográficos de Chuquisaca, Bernardo Gantier, detalló en contacto con El Deber, que Juana Azurduy, como se la conocía, escribía su nombre de esa manera “Juana Asurdui”.
Gantier asegura que se encontró la firma de la general y se pudo constatar que la ahora figura en la historia boliviana escribía “Asurdui” con “i” latina y con “S” y no así con la letra “Z”, como se escribió hasta el día de hoy.
También señala que en su certificado de bautizo se puede ver su nombre escrito de la siguiente manera: “Juana Asurdui”. También reveló que en los documentos de sus padres el apellido Azurduy está escrito de forma diferente.
“Ella escribió así, entonces en fidelidad a la historia y a la persona hacemos la grafía que ella usaba. Tiempo después de su muerte a algún notario o a algún escritor le pareció correcto escribir Azurduy con ‘z’ e ‘y’”, dice Gantier.
El estudioso también asegura que existe una polémica sobre la fecha de su nacimiento y la autenticidad de sus certificados de bautizo, pues en 1780 se habrían registrado dos niñas bajo el nombre de Juana Azurduy.
El monumento
Este lunes se descubrió el monumento de la general Juana Azurduy de Padilla en Sucre, que fue forjada por el escultor Rolando Porcel. Según el artista no solo se trata de “una escultura”, sino de un acto “profundamente político, histórico y moral, porque cuando una nación decide esculpir en piedra y bronce a sus verdaderos héroes y heroínas, está decidiendo también su rumbo y sobre todo su identidad”.
Cabe señalar que Juana Azurduy nació el 12 de julio de 1780 en el norte de Potosí, se casó con Manuel Ascencio Padilla en 1799 y tuvieron en total tres hijas y tres hijos. Juana Azurduy creció con los valores de la independencia y la libertad, valores que su esposo compartía.
Inicialmente apoyó a su esposo para que participara en la revolución de Sucre el 25 de mayo de 1809 y después en Cochabamba el 14 de septiembre de 1810. La victoria en las revueltas provocó la arremetida colonial y apresaron a Juana y a sus hijos en 1811.
Tras estos hechos, Juana Azurduy toma la decisión de unirse activamente a la causa y formó parte activa de las luchas donde perdió a sus hijos. En 1816, luego de la batalla de La Laguna, Manuel Padilla fue decapitado y Juana recuperó su cabeza.
Finalmente, Juana Azurduy de Padilla, murió un 25 de mayo de 1862, a los 81 años de edad, sin reconocimiento ni honores militares