"Mano de piedra", la niña boliviana que consagra la mitad de su vida al boxeo
Gracce Flores "mano de piedra" es una niña boliviana de 12 años que ha consagrado la mitad de su vida al boxeo, deporte que comenzó a practicar desde hace 6 años.
Gracce Flores "mano de piedra" es una niña boliviana de 12 años que ha consagrado la mitad de su vida al boxeo, deporte que comenzó a practicar desde hace 6 años.
A sus 12 años, Gracce Flores puede decir con certeza que ha consagrado la mitad de su vida al boxeo, una disciplina tradicionalmente asociada a los varones, mientras está a la espera de que el tiempo pase para dar el salto al profesionalismo y convertirse en toda una campeona.
"El boxeo no es para cualquiera" y "quiero ser campeona mundial", afirmó a Efe sin titubear, con la confianza de alguien que en la mirada y en el porte que todavía desarrolla transmite la esencia de una boxeadora de vocación.
Ese talante lo descubrió hace seis años, mientras en casa se veían películas de Sylvester Stallone y combates de la Ultimate Fighting Championship (UFC) y ella buscaba imitar movimientos y desafiar a su papá, Beto, un exboxeador aficionado que nunca imaginó que "la sangre" despertaría esa misma pasión en Gracce.
El entrenamiento
La pequeña boxeadora se levanta a diario a las 6 de la mañana para iniciar su entrenamiento en Palca, un pueblo a 34 kilómetros al este de La Paz escondido entre los cerros, en cuyas afueras ha instalado su campo de entrenamiento.
Al levantarse, su mamá Mely ya tiene batidos el par de huevos criollos crudos que Gracce se toma a pocos sorbos para de inmediato salir a entrenar y aprovechar el aire puro del amanecer.
"Troto casi media hora, ida y vuelta. De ida es suave, de vuelta es veloz (...) luego empiezo a ponerme guantes, practico velocidad y doy codazos", mencionó.
Ella misma se ha encargado de elegir su apodo, "mano de piedra", que según contó se debe a la potencia de sus golpes, en especial su gancho derecho.
Justamente esa fuerza desarrollada ha impedido que encuentre rivales femeninas de su edad por lo que los combates que ha sostenido han sido con varones, incluso, más grandes que ella.
Llegar a ser campeona mundial
"Estoy convencida (...) quiero ser campeona mundial", volvió a insinuar Gracce pues no faltó alguien que en alguna ocasión aseguró que esa afición suya era pasajera y que pronto iba a "volver a las muñecas".
Ella admira a boxeadores como el argentino Nicolino Locche o el estadounidense Rocky Marciano, las mexicanas "Guerrerita" Torres y Jackie Nava, además, de la campeona mundial de la categoría Súper Gallo, la boliviana Jennifer Salinas.
Justamente Gracce profesa una admiración especial por Salinas ya que "quisiera ser como ella", admira sus golpes y la forma "ofensiva" de pelear con la que quisiera enfrentarse.
"Juego libre, sin guardia, esquivando y con contragolpe (...) doy ganchos, espero el momento y contraataco", así definió su forma de pararse en el cuadrilátero.
Para mantener su estado físico, Gracce ha alejado de su dieta los carbohidratos, ni hablar de consumir bebidas gaseosas o azucaradas. Todo eso ha cambiado por ensaladas, proteína sana, leche y bastante agua. Ella lleva ese estilo de vida un par de años.
Otras responsabilidades
"El día en que me presente notas bajas (en la escuela) suspendemos los entrenamientos", dijo a Efe su padre Beto, al referirse a la condición que está detrás de la dedicación de su hija y que marca la personalidad del hombre que es progenitor y entrenador personal al mismo tiempo.
La libreta de calificaciones de esta joven boxeadora está por sobre el 90 de promedio. Considera de que el boxeo también le da "mucha disciplina" en la escuela y que las matemáticas son útiles para su agilidad mental.
Inclusive muchos de sus compañeros se han enterado recién de que ella es boxeadora, un talento que ha preferido que esté en bajo perfil.
El boxeo tampoco ha impedido que desarrolle otras responsabilidades, como la de cuidar el pequeño criadero de conejos cuy o a las gallinas. También ayuda en la preparación del pan casero que una vez horneado se encarga de repartir para su venta.
La pandemia de la covid-19 ha sido un obstáculo para que Gracce se presente en combates de exhibición, algo que pese a todo ha aprovechado para seguir trabajando aspectos físicos y técnicos entre los cerros y quebradas de Palca.