La sonda Rosetta envía a la Tierra la señal de que se ha despertado
La sonda europea Rosetta ha enviado hoy a la Tierra la señal de que se ha despertado después de 31 meses de hibernación para limitar el consumo de energía en su viaje hacia el cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko.
La sonda europea Rosetta ha enviado hoy a la Tierra la señal de que se ha despertado después de 31 meses de hibernación para limitar el consumo de energía en su viaje hacia el cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko.
El director de Operaciones de Rosetta, Andrea Accomazzo, confirmó la llegada de la señal de la sonda en el centro de control de operaciones de la Agencia Espacial Europea en Darmstadt (oeste de Alemania), donde reinaba el júbilo entre los científicos y asistentes.
La señal, que llegó a las 18.18 GMT a la estación de la NASA de Goldstone en California (EEUU) y posteriormente a Darmstadt, confirmó que los sistemas electrónicos de Rosetta funcionan de nuevo y la sonda sigue en el espacio.
La ESA anunció el éxito del despertar en la cuenta de Twitter de Rosetta con el mensaje: "Hello, world!".
"Ha sido el día más largo de mi vida, pero hemos hecho un buen trabajo", dijo Accomazzo en Darmstadt.
El objetivo del viaje es conocer los orígenes del Sistema Solar y las claves de la aparición de la vida en la Tierra, porque los cometas contienen los elementos más antiguos del Universo y se piensa que trajeron el agua.
"Rosetta, la Bella Durmiente de la ESA, se despierta de una hibernación en el espacio profundo", indicó la Agencia en un comunicado.
La misión Rosetta, lanzada al espacio el 2 de marzo de 2004 y con un coste de 1.000 millones de euros, debe su nombre a la piedra que permitió descifrar el lenguaje jeroglífico de los egipcios.
Rosetta se encuentra ahora a 9 millones de kilómetros del cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko.
El director de Ciencia de la ESA, Álvaro Giménez Cañete, dijo a Efe que Rosetta tiene un reloj interno, que hoy ha encendido los sistemas -porque estaban en hibernación-, se ha posicionado, ha apuntado los paneles al Sol para cargar energía y mandado la señal a la Tierra.
En el largo viaje a través del Sistema Solar Rosetta ha recibido el impulso gravitatorio de la Tierra y Marte, porque no existe un cohete lanzador capaz de enviar la sonda directamente hasta el cometa.
Además, Rosetta, que lleva a bordo programas para once experimentos científicos, se encontró con el asteroide Steins a comienzos de agosto de 2008 y con el asteroide Lutetia en julio de 2010.
Rosetta comenzará en mayo la aproximación al cometa y en agosto se moverá en su órbita.
"Posteriormente realizará el mapa de la superficie del cometa para identificar si hay sitios donde se puede aterrizar, para tomar la decisión de enviar el lanzador en noviembre para analizar el núcleo del cometa", según Giménez Cañete.
Añadió: "Esperamos encontrar al cometa en una fase muy poco activa, porque se encuentra lejos del Sol, con poca emisión de gases, porque de lo contrario impedirían el aterrizaje".
En el momento del encuentro, el cometa se encontrará a una distancia de 675 millones de kilómetros del Sol.
Rosetta depositará un módulo de aterrizaje, llamado Philae, que medirá el campo magnético de este cometa y tomará pruebas, de hasta 30 centímetros de profundidad, de los materiales de la superficie del núcleo.
Después seguirá al cometa hasta la fase de máxima actividad, cuando se acerca al Sol.
"A través de los cometas se ve la nube en la que se formó el Sistema Solar al principio, porque han sido como una cápsula que no ha sido perturbada a diferencia de los asteroides, que son resultado de choques", indicó el científico español.
Giménez Cañete agregó: "Creemos que los cometas trajeron el agua a la Tierra en el último bombardeo masivo de cometas y asteroides sobre el planeta hace 4.000 millones de años en la formación del Sistema Solar, cuando se formaron los primeros planetas".
"Queremos ver si es el tipo de agua que tenemos ahora en los océanos", indicó Giménez Cañete.
También se pretende estudiar si el cometa tiene componentes orgánicos complejos que coinciden con los del Sistema Solar, moléculas complejas que son los ladrillos de los aminoácidos y de la vida tal y como se conoce actualmente. EFE