Indignación en Bolivia por quema de hotel en el emblemático Salar de Uyuni
Las imágenes muestran cómo un grupo de personas que se identificaban como pobladores del departamento de Potosí quemaron al menos tres de varios domos del hotel Kachi Lodge.
Las imágenes muestran cómo un grupo de personas que se identificaban como pobladores del departamento de Potosí quemaron al menos tres de varios domos del hotel Kachi Lodge.
La indignación en Bolivia se ha mantenido después de la quema de los espacios de un hotel de capital extranjero en el emblemático Salar de Uyuni a raíz de un aparente conflicto de límites entre los departamentos de Oruro y Potosí.
"El gran perdedor es Bolivia (...) no solo como destino turístico sino como destino de inversiones", manifestó este lunes a Efe el presidente de la Cámara Hotelera de Bolivia, Luis Ampuero.
Las imágenes, que no han dejado de publicarse en redes sociales, muestran cómo un grupo de personas que se identificaban como pobladores del departamento de Potosí quemaron al menos tres de varios domos del hotel Kachi Lodge.
Ampuero lamentó que en estos casos "no exista un mecanismo de concertación" y que se tomen "acciones de hecho antes que buscar una solución de conciliación" que terminan por afectar la imagen del turismo del país.
Un conflicto confuso
El problema se manifestó cerca de la comunidad Jarira en el límite entre los departamentos de Oruro y Potosí, prácticamente en el umbral del Salar de Uyuni, en el sector llamado Tunupa que, según medios orureños, está en esa jurisdicción.
Precisamente en ese sitio debía desarrollarse un acto de lanzamiento de las actividades de reactivación económica debido al parón que provocó la pandemia y que afectó al Salar considerado uno de los "mejores lugares del mundo", como señaló recientemente la revista Time.
Inicialmente, se supo de que el problema se debió a una disputa en una región en la que no hay límites bien definidos entre ambos departamentos.
No obstante, también autoridades municipales y originarias de Potosí manifestaron que en realidad la molestia se debió a que el hotel, que es ecológico, cobraba "costos exorbitantes" y que esos ingresos "no beneficiaban a la región", según consta en un comunicado que publicó la Cámara de Diputados.
Los representantes potosinos sostuvieron que no están permitidos los "asentamientos" en el sector invocando a normas departamentales y nacionales, se indica en la comunicación del Parlamento.
Sin embargo, el hotel funciona sobre plataformas prefabricadas en las que se han instalado los domos que hacen de comedores o habitaciones y que utiliza la provisión de agua que llega de la comunidad Jarira, con baños que funcionan a combustión y desechos líquidos que no se echan en el Salar.
Reclamo del sector turístico
Ampuero señaló que para emprender una iniciativa de esas características en un sitio alejado y de difícil acceso las inversiones deben venir de verdaderos "innovadores o emprendedores", aunque lamentó que pese a esto "no se respete la propiedad privada".
"Condenamos todos los actos vandálicos, suscitados en el Salar de Uyuni y expresamos nuestro total desacuerdo a dicho actuar donde se afectó seriamente la inversión privada con la quema de instalaciones de un hotel", señala un comunicado de la Cámara Hotelera de La Paz.
La entidad nacional de hotelería también se pronunció y señaló que es necesario que los responsables "sean debidamente identificados y sancionados".
"El turismo busca paz, busca belleza natural, no busca conflictos incendios o avasallamientos", apuntó Ampuero mientras se espera un pronunciamiento de las autoridades del Gobierno central.
El representante de la Cámara Hotelera de Bolivia manifestó que dado el "alto perfil" que tiene el Salar de Uyuni como atracción turística es urgente "promover inversiones nacionales, internacionales y alianzas estratégicas" para aprovechar su potencial.