Mirando Santa Cruz con los ojos de un turista

La mirada de alguien que nos ve por primera vez siempre es diferente a la que tenemos de nosotros mismos, sobre todo porque nosotros nos vemos todos los días. 

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Lo mismo pasa con la ciudad: la forma en que ve Santa Cruz un turista no es la misma que tienen sus propios habitantes, aún viendo las mismas cosas. Por eso, hay una ruta que quienes visitan Santa Cruz suelen transitar, atraídos por esas maravillas que impactan: amor cruceño a primera vista (y sobre todo este mes de septiembre, en que se celebra el mes cívico con muchas actividades que realizan el espíritu de la ciudad).

La primera impresión

Además de edificios y casas, si hay algo que se ve desde lejos al acercarse a Santa Cruz, son las torres de la Catedral Metropolitana "Basílica Menor de San Lorenzo". Son excepcionales miradores que regalan hermosas panorámicas de la ciudad, construidas en ladrillo color tierra. Además de formar parte de un edificio emblemático con siglos de historia. Está abierta al público, y en el interior de la Catedral se encuentra el Museo Catedralicio de Arte Sacro, con un importante patrimonio.

Al mismo tiempo, conocer la catedral es conocer la principal plaza de Santa Cruz: 24 de Septiembre. Este es un punto común tanto para turistas como para cruceños. Es el lugar de encuentro por excelencia, donde se ven niños, adolescentes y adultos de todas las clases sociales y nacionalidades, sentados en los bancos, jugando ajedrez, lustrando sus zapatos, compartiendo momentos. La plaza es muy activa y además de la Catedral, se ven el Club Social, el Centro Municipal de Cultura, y otros edificios coloniales que aún se conservan en perfecto estado.

La recorrida no se limita a la ciudad. Cualquier turista busca siempre optimizar su tiempo al máximo, por eso un paseo cruceño incluye también una visita a las zonas más cercanas, donde encontramos rincones naturales que marcan la memoria para siempre con sus paisajes. 

Entre los lugares con una fama que trasciende fronteras, el Parque Regional Lomas de Arena sin duda encabeza la lista. A tan solo 17 kilómetros de Santa Cruz, abarca 14 mil hectáreas con dunas de arena que alcanzan hasta 12 metros de altura. El paisaje incluye sabana, bosque, una laguna principal, animales silvestres y un ecosistema único.

Otro rincón que atrae la mirada de los visitantes es Espejillos, una reserva natural ideal para pasar una jornada al aire libre, con increíbles saltos de agua de hasta 20 metros de alto, entre ríos y lagos cristalinos. Todo envuelto en un ambiente de selva tropical; es la mejor opción para descansar y distenderse, a 40 kilómetros de Santa Cruz.

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