Por: Redacción Vida y Estilo • Bolivia.com

Señales que te indican si estás con un hombre posesivo

Aunque socialmente no existe un prototipo de hombre posesivo y controlador, existen una serie de rasgos y actitudes comunes a los que podemos recurrir para definirlos.

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¿Cómo saber si tu novio es posesivo?. Foto: Shutterstock
¿Cómo saber si tu novio es posesivo?. Foto: Shutterstock

Aunque socialmente no existe un prototipo de hombre posesivo y controlador, existen una serie de rasgos y actitudes comunes a los que podemos recurrir para definirlos.

Para saber si nos encontramos atrapadas en una relación en la que no podemos ser nosotras mismas y nos sentimos controladas, primero tenemos que analizar la situación en los momentos en los que nos hacen sentir así. Es importante tener en cuenta que pueden ser individuos muy diferentes entre ellos en cuanto a estatus social y económico, edad, estudios, creencias religiosas, tendencias políticas y educación.

Ahora bien, más allá de los rasgos que explicaremos más adelante, casi todos coinciden en su forma de comenzar una relación y en su posterior mantenimiento a través de conductas de dominio y autoridad. A veces enmascaradas en gestos sutiles y amables, otras ejercidas sin ningún tipo de escrúpulo. 

Las primeras señales de alarma son los desprecios y rechazos hacia la pareja disfrazados de falsa modestia con la excusa de que son solo advertencias para mejorar, junto a interrogatorios sobre cada detalle del día a día.

El problema es que poco a poco la víctima va perdiendo su identidad y restando importancia a cualquier comportamiento que le genere sufrimiento y dolor, mientras comienza a medir cada una de las palabras que pronuncia para contentar.

No obstante, al inicio de la relación puede ser una conducta normal que la pareja demuestre preocupación por las actividades que ocupan el día a día, que envíe mensajes al móvil o llame varias veces al día. Pero, ¿dónde se encuentra el límite? 

El peligro llega en el momento en el que el deseo de saber de la otra persona se vuelve una obsesión y el interés se convierte en control. Lo que ocurre es que la personalidad controladora no suele mostrarse al principio de la relación, sino que a medida que pasa el tiempo comenzará a aflorar.

Aunque este tipo de comportamientos puede darse tanto en hombres como en mujeres, aquí te daremos algunas señales que describen a los hombres posesivos y controladores, individuos repletos de inseguridad y desconfianza, y así puedas identificar si tu novio es celoso y poder huir cuanto antes. ¡Una relación te tiene que hacer feliz, no tiene que ser motivo de sufrimiento!

1. Te critica en exceso

Hay hombres que para sentirse mejor consigo mismos necesitan hacer sentir mal a los demás. Infravalorar tus éxitos, criticar todas tus decisiones o simplemente tu manera de vestir son señales delatadoras para que huyas de esa relación. De no ser así, es probable que te traslade su inseguridad y mine tu autoestima.

2. Siempre quiere saber dónde estás

El hombre posesivo y controlador trata de revisar todo cuanto le rodea y siempre parece estar a la defensiva. Se enfada con facilidad y, en algunos momentos, trata de contener su agresividad.

La obsesión por controlar dónde se encuentra su pareja en cada momento, con quién habla o qué amistades tiene se convierte en lo primordial de la relación. Incluso, a pesar de haberle indicado qué íbamos a hacer o dónde nos encontraríamos, intentará comprobarlo de forma continua, ya sea través de nosotros o de nuestros familiares y amigos para confirmar que aquello que le dijimos es verdad.

3. Celos enfermizos

Los celos se generan como respuesta a profundos sentimientos de inseguridad y desconfianza en relación con uno mismo, pero proyectados hacia la pareja. Así, suelen surgir cuando se siente que el amor del otro está en peligro o cuando se experimenta temor a dejar de ser el centro de atención del ser amado, aun sin que esto sea cierto. Es decir, suelen tener miedo al abandono, además de dependencia emocional e inseguridad crónica.

Aunque la mayoría de las personas son capaces de relativizar este sentimiento y ponerlo en contexto, los hombres posesivos suelen experimentar muchas dificultades a la hora de gestionarlo. De esta forma, los celos acabarán por dominarlo y se expresarán a través de comportamientos críticos, controladores y en algunos casos, hasta agresivos.

4. Control de redes sociales y otros dispositivos

Un hombre posesivo y controlador, además de llamar y enviar mensajes varias veces al día, suele molestarse cuando no se le responde forma inmediata. Si esto sucede en el comienzo de una relación lo recomendable es hablar sobre ello y si aún así no es capaz de comprenderlo, la recomendación es alejarse. Si ocurre en una relación de pareja estable es conveniente hablarlo o consultar con un profesional.

Lo importante es tener claro que el teléfono móvil es algo muy personal y que nadie debe controlar nuestras llamadas ni mensajes, ya que forman parte de nuestra privacidad. 

5. Exigir cambiar gustos y forma de ser

Por regla general, el hombre posesivo y controlador animará a su pareja a dejar sus aficiones, inquietudes y amistades. Deseará impedir que se tengan intereses que no pueda controlar. 

En casos extremos, los hombres posesivos pueden llegar a la agresión verbal o física con tal de que la otra persona se comporte y haga todo lo que el espera y desea. No obstante, en estas situaciones lo más importantes es pedir ayuda, tanto profesional como legal, cuanto antes.

Los hombres celosos no pueden soportar la idea de no saber dónde estás o qué estás haciendo. Este tipo de persona tiene que conocer exactamente tus movimientos, de no ser así te llama sin parar y no deja de enviarte mensajes. Necesita saber lo que haces para calmar su inseguridad.

6. Tiene una rutina estricta

Es un hombre muy rígido en la rutina, quiere que hagan todo juntos siguiendo siempre los mismos horarios. Te gustaría romper con ello y hacer cosas por tu cuenta, pero él hasta tiene planeado lo que cenaréis dentro de una semana. Tiene que controlarlo y planearlo todo lo cual no te deja tiempo para ti misma.

Ya pasada la fase del enamoramiento es cuando realmente puedes ver y valorar cómo es tu novio, puesto que mostrará su auténtica personalidad. Debes tener en cuenta que sus manías controladoras a medida que pase el tiempo irán aumentando cada vez más.

7. Todo lo sabe

Hay una gran diferencia entre ser un "sabelotodo" e imponer opiniones. Una persona celosa tiene que llevar siempre la razón, conozca o desconozca el tema, no acepta ningún comentario o critica a lo que ellos dicen. Tu libertad de expresión está totalmente limitada. A su lado te arriesgas a perder tu capacidad de decisión y tu forma de pensar.

8. Controla tus amistades

Tu novio no soporta que salgas un fin de semana con tus amigas y te presiona para que te quedes con él excusándose con que le dejas solo o no le prestas la atención que merece. No quiere que estés con tus amigas, tan solo tú y él. Además, siempre que puede habla mal de ellas, parece que ninguna le cae bien. Es posible, incluso, que para evitar discusiones hayas preferido renunciar al plan con tus amigas o mentirle.

9. Demasiado atento

Una delgada línea separa ser atento o cariñoso de querer controlar cada movimiento que haces. Aunque te parezca extraño esto lo puede hacer mediante gestos tan amables como preguntarte cómo estás cada pocos minutos o acciones más insistentes como llamarte constantemente. Detrás de todas estas situaciones, que pueden parecer detalles para prestarte su atención, se puede esconder una obsesión insana por saber qué haces y, de nuevo, su característica inseguridad emocional.

10. Obsesivo

Tratar con un fanático del control puede ser agotador, especialmente cuando tu pareja está siempre a la defensiva por todo lo que haces. Cualquier cosa le enfada, como por ejemplo que quites la hora de conexión del Whatsapp. Parece que todo es una amenaza para él y está obsesionado con una posible infidelidad por tu parte.

Si has observado en tu novio alguna de estas señales o conductas, te recomendamos que tomes una decisión y recuerdes que solo tú eres la dueña de tu vida. ¡No tienes por qué aguantar eso!