La historia de Félix, el primer hombre en recibir un trasplante doble de brazos y hombros

Felix Gretarsson, un hombre de 50 años oriundo de Islandia, fue la primera persona en el mundo en recibir un trasplante doble de brazos y hombros tras recibir una descarga de 11 mil voltios en 1998, dejándolo con múltiples heridas y sin sus extremidades superiores.

Una intervención de más de 15 horas, realizada en enero de 2021, que dejó la incertidumbre más grande en los médicos: los avances luego de la operación.  

Para sorpresa de muchos, y 16 meses después, Felix ha mostrado una increíble y rápida recuperación. Desde abrazar a su familia, hacer ejercicio en el Gimnasio, lavarse los dientes, vestirse y comer son algunas de sus actividades cotidianas.

A través de su cuenta de Instagram ha dejado  ver su proceso de recuperación a través de fotos y videos frecuentes de lo que hace con sus 'nuevos' brazos. 

"Uno no se da cuenta con qué frecuencia al día necesita tocarse la nariz o los ojos, o rascarse la cabeza hasta que pierde las manos y ahora puedo hacerlo constantemente", señaló en un video publicado en su cuenta, manifestando también que es muy desafiante y frustrante tratar constantemente de hacer algo y que los músculos no se muevan, pero la recompensa llega cuando "estos movimientos comienzan a manifestarse".

"En algún momento sientes que estás listo para hacerlo. El movimiento comienza a llegar, pero no hay fuerza al principio, solo una pequeña fracción de nervios en el músculo para que pueda contraer los músculos hasta cierto punto", manifestó Felix al portal DailyMail.

La historia de Félix Gretarsson

Felix, electricista de profesión, estuvo en coma durante tres meses tras el electrocutarse el 12 de enero de 1998. Tenía tan sólo 25 años cuando perdió ambos brazos. En Francia, se vio obligado a la amputación de ambas extremidades, pero jamás se conformó, por lo que decidió buscar otras soluciones.

Más de 20 años después, buscó al profesor Lyon Jean-Michel Dubernard, pionero en trasplantes de manos, y lo convenció de realizarle ese procedimiento. Sin embargo, lo que sorprendió al mundo no fue solo la hazaña médica, si el rápido proceso de recuperación que ha tenido. 

De hecho, seis meses después de la intervención, Felix podía mover los codos mientras estaba en el agua. Además, a los nueve meses ya podía mover los dedos, lo que no se esperaba hasta dos años después de la cirugía.

Aún le quedan muchos años de rehabilitación, pero gracias al esfuerzo, la constancia y la disciplina del hombre, hoy en día su vida es mejor y se siente agradecido porque puede abrazar a sus familiares.