Consecuencias de la pandemia en la salud mental: efectos presentes y futuros en la población
La salud mental en la población podría estar en crisis por la pandemia: ¿cómo evitar complicaciones futuras?
La salud mental en la población podría estar en crisis por la pandemia: ¿cómo evitar complicaciones futuras?
Los pacientes que estuvieron muy severos o críticos durante la pandemia por la COVID-19 tendrán alteraciones sobre su desempeño mental, como encefalitis, demencias, síndromes de abstinencia o ansiedad, que requieren manejo terapéutico por meses.
Así lo señaló un experto en el tema, quien recordó que la consulta de esta especialidad se ha elevado en este centro hospitalario en un 300%, sobre todo en personas de menores de 30 años con ideación suicida por ansiedad, y en los mayores de 50 años por depresión.
A su vez muchas personas no recuperan el sueño a causa de su idea cercana a la muerte o a volver a estar en una UCI, un cuadro que se conoce como "delirium hiperactivo" y que hoy la mayoría de estos pacientes sobrepasa.
Al inicio de la pandemia en las consultas por psiquiatría se veían especialmente personas que ya tenían una adicción de base y a raíz de las cuarentenas agudizaron sus síndromes y pausaron sus procesos de rehabilitación.
De igual forma, los cambios en rutinas y hábitos, el aumento exponencial de la convivencia familiar, la incertidumbre laboral y la soledad, desencadenaron el aumento en las consultas de psicología por cuadros de violencia intrafamiliar y estrés.
Durante la pandemia, las actividades recreativas se redujeron dramáticamente, por lo que el panorama cambió dejando como principal fuente de recreación la familia; también aumentó el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas, según un estudio.
Al mismo tiempo, las personas que venían consumiendo sustancias psicoactivas tuvieron que reprimir su consumo o visibilizarlo, situación que también se constituyó en un detonante para la atención en salud mental.
Mientras la COVID-19 ganaba terreno, en la sociedad aumentaban los cuadros de estrés en el paciente y su familia, cambios en su alimentación y aumento de la ideación suicida, en el que muchas personas no toleraban la enfermedad ni su convivencia con ella.