Este sábado falleció el teólogo alemán y expapa Benedicto XVI

El Vaticano anunció que, el teólogo alemán y expapa Benedicto XVI, que renunció a dirigir a la Iglesia Católica en 2013, falleció este sábado a la edad de 95 años. Desde la institución religiosa anunciaron también que el cuerpo de Benedicto será expuesto a partir del lunes en la basílica de San Pedro.

 

El deceso del expapa fue dado a conocer a través de un comunicado emitido por el director del servicio de prensa de la santa sede, Matteo Bruni, en el cual dice: "Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas, en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano".

 

El Vaticano había informado que había participado el jueves en la misa celebrada en su habitación del monasterio vaticano, ya que se encontraba “estable” a pesar de que la salud de Joseph Aloisius Ratzinger, se había deteriorado en los últimos días.

 

Sin embrago, este sábado, las campanas de la basílica anunciaron la muerte del expapa, mientras cientos de personas se acercaban a la plaza para recordad la figura de quien fue el papa número 265 y que escogió el nombre de Benedicto XVI en 2005.

Según fuentes religiosas, el papa emérito, dejó un testamento en el cual, habría hecho conocer las disposiciones que se deberán adoptar en su funeral, así como el lugar de su sepultura.

 

Benedicto XVI de nombre Joseph Aloisius Ratzinger, fue el papa número 265 de la Iglesia Católica y séptimo soberano de la Ciudad del Vaticano, desde el 19 de abril de 2005 hasta su renuncia el 28 de febrero de 2013, asumiendo el título de papa emérito, con la intención de dedicarse a la oración y al retiro espiritual.

 

Ratzinger hablaba diez idiomas, de los que dominó por lo menos seis: alemán, italiano, francés, latín, inglés y español. Además, leía el griego antiguo y el hebreo. Fue miembro de varias academias científicas de Europa y recibió ocho doctorados honoris causa de diferentes universidades, así como numerosos premios y distinciones a lo largo de su vida.

 

Durante los ocho años que fungió como papa, muchos escándalos empañaron su imagen, además tras renunciar, en 2022, se vio afectado por acusaciones de haber encubierto cuatro casos de pederastia cuando era arzobispo de Múnich, entre 1977 y 1981.