Bolivia, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Perú y República Dominicana denunciaron una nueva subasta de bienes precolombinos
Un mes después de movilizarse por una serie de tres subastas también celebradas en París, este grupo de países al que se ha sumado Bolivia mostró su "enérgico rechazo" a la celebración de la venta de estas colecciones.
Un mes después de movilizarse por una serie de tres subastas también celebradas en París, este grupo de países al que se ha sumado Bolivia mostró su "enérgico rechazo" a la celebración de la venta de estas colecciones.
Bolivia, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Perú y República Dominicana denunciaron una nueva subasta de bienes precolombinos que se celebra este viernes en París porque "socava el patrimonio, la historia y la identidad" de los pueblos originarios.
Un mes después de movilizarse por una serie de tres subastas también celebradas en París, este grupo de países al que se ha sumado Bolivia mostró en un comunicado su "enérgico rechazo" a la celebración de la venta de la colección Evrard de Rouvre y Van den Broek d'Obrenan a cargo de la casa ADER.
A su parecer, este tipo de operaciones "menoscaban la cooperación entre los Estados para la protección y conservación del patrimonio cultural".
En lo que llevamos de 2022 se han celebrado al menos cuatro subastas de arte precolombino en diferentes casas de subastas de la capital francesa en las que se han puesto a la venta cientos de objetos de arte, entre ellas las de "De Baecque D'Ouince-Sarrau", "Binoche et Giquello" y "Millon".
Para los siete países latinoamericanos, estas transacciones "privan a las piezas sustraídas de su esencia cultural, histórica y simbólica, reduciéndolas a simples objetos de decoración de particulares".
Además, fomentan "el pillaje, el saqueo, el tráfico ilícito y el blanqueo de bienes".
El grupo, movilizado en Francia desde hace algunos años contra este tipo de subastas, insistió en que sus miembros están "comprometidos con una diplomacia activa", principalmente a través de la Unesco para lograr que se protejan sus patrimonios.
La legislación en vigor en Francia, que establece que la restitución de las piezas depende de la voluntad del poseedor privado, "limita sensiblemente" su marco de acción, reconocieron los países movilizados.
Afirmaron estar "abiertos a colaborar hacia medidas concretas" para proteger su patrimonio cultural.