Por: EFE • Bolivia.com

Marcha de mujeres expresa hartazgo por la violencia y la justicia boliviana

Las manifestantes portaban carteles con pedidos de justicia, críticas a los operadores judiciales y memoriales de varias mujeres víctimas de la violencia machista.

La captura de Richard Choque ha motivado a la movilización que llegó hasta las puertas del Tribunal de Justicia de La Paz. Foto: EFE
La captura de Richard Choque ha motivado a la movilización que llegó hasta las puertas del Tribunal de Justicia de La Paz. Foto: EFE

Las manifestantes portaban carteles con pedidos de justicia, críticas a los operadores judiciales y memoriales de varias mujeres víctimas de la violencia machista.

Cientos de activistas por los derechos de las mujeres junto a algunos familiares de víctimas de feminicidio marcharon este lunes desde la ciudad de El Alto hasta La Paz contra la violencia machista y la corrupción de la justicia en Bolivia.

La captura de Richard Choque Flores, un feminicida liberado a pesar de que tenía una condena de 30 años de cárcel sin derecho a indulto y en cuya casa se encontraron al menos dos cadáveres de mujeres, ha motivado a la movilización que llegó hasta las puertas del Tribunal de Justicia de La Paz.

La protesta congregó a una multitud en la vivienda del delincuente en El Alto para iniciar un recorrido de más de 12 kilómetros hasta el centro de La Paz.

Una marcha de indignación

Las manifestantes portaban carteles con pedidos de justicia, críticas a los operadores judiciales y memoriales de varias mujeres víctimas de la violencia machista.

"¡Alerta, alerta!, puede ser tu madre, puede ser tu hija, puede ser tu hermana", era uno de los cánticos que algunos grupos entonaban para captar la atención de los transeúntes y pedirles que se adhieran a la marcha.

Incluso desde un altavoz adaptado a un coche se escuchaba un bolero de caballería, un tipo de música fúnebre que aún se utiliza en los velorios populares, y que dio a la marcha un componente de duelo.

"Necesito justicia", dijo a Efe Timoteo Ramírez padre de Lucy, una joven que desapareció en mayo del año pasado y cuyo cuerpo fue uno de los dos que se encontraron en la casa del feminicida Choque Flores.

Activistas por los derechos de las mujeres protestan contra la violencia machista y la corrupción de la justicia. Foto: EFE
Activistas por los derechos de las mujeres protestan contra la violencia machista y la corrupción de la justicia. Foto: EFE

Ese sujeto captaba a sus víctimas, generalmente mujeres jóvenes y con necesidades económicas, a través de un perfil falso en las redes sociales para ofrecerles dinero a cambio de que se prostituyan.

Sin embargo, cuando los encuentros se fijaban en un alojamiento, llegaba vestido de policía a la habitación, en la que previamente había sembrado paquetes que semejaban ser droga, para abusar a sus víctimas a cambio de no denunciarlas.

Indignación ante la justicia

El caso de este feminicida desveló el procedimiento que utilizó un juez para otorgar libertad provisional a Choque flores durante la vacación judicial de diciembre de 2019, bajo el argumento de una supuesta enfermedad incurable y la buena conducta del agresor.

"Si ellos (operadores de justicia) no le hubieran dejado salir nunca había pasado esto", dijo a Efe Marina Mamani, tía de Lucy, víctima del criminal que nuevamente fue enviado a un penal de máxima seguridad en el altiplano de La Paz.

"La cárcel para ese cabrón es un premio", "queremos justicia, caiga quien caiga", aseguró Carlos a Efe, quien se identificó como primo de una de las víctimas de Choque Flores.

La justicia dictó que el juez Rafael Alcón, que liberó al feminicida, cumpla detención preventiva por seis meses por la acusación de prevaricato y, por otro lado, la Policía anunció la captura de un cómplice de Choque Flores que también estaba libre pese a tener condena.

La casa del terror

"Prohibido ingresar a la propiedad para no entorpecer las investigaciones", dicta un letrero en la casa de Choque Flores.

La vivienda, ubicada en una zona comercial de El Alto, es una construcción antigua de adobe construida sobre una pequeña área en la parte delantera de un extenso terreno y que tiene en la parte posterior dos medias aguas, que son los cuartos en los que se encontraron los cuerpos de Lucy Ramírez e Iris.

Marcha de mujeres expresa hartazgo por la violencia y la justicia boliviana. Foto: EFE
Marcha de mujeres expresa hartazgo por la violencia y la justicia boliviana. Foto: EFE

La semana pasada, los vecinos indignados quemaron la vivienda en la que Choque Flores vivía con su madre y algún otro familiar y donde según las autoridades podrían estar más víctimas fatales del criminal, al que se cuantificó unas 77 afectadas por abusos y extorsiones.

En la fachada aún están las huellas del hollín, las inscripciones con pintura roja que señalan que la casa "es propiedad de villa Ballivián" y el pedido de "cárcel para el juez que lo liberó".

Todavía permanecen elementos que no resistieron al fuego, como prendas de vestir, la parte de una computadora, papeles además de una chamarra que se asemeja a la que usaban los policías y que se cree que era la que Choque Flores usaba para sus delitos.

El Gobierno se comprometió a que se aplique "toda la fuerza del Estado" para esclarecer este caso que ha conmovido al país.

Este 2022 fue declarado como el Año de la Revolución Cultural para la Despatriarcalización con la finalidad de establecer las soluciones estructurales para detener los persistentes casos de violencia contra las mujeres en Bolivia, uno de los países más violentos para las mujeres.