Warmi Power, la iniciativa que empodera a las bolivianas contra la violencia
La iniciativa surgió "al ver tanto maltrato, tanta violencia hacia la mujer", un asunto que "viene de hace muchos años" y es preocupante.
La iniciativa surgió "al ver tanto maltrato, tanta violencia hacia la mujer", un asunto que "viene de hace muchos años" y es preocupante.
Técnicas de taekwondo para encarar las agresiones físicas y una guía psicológica para identificar situaciones de violencia machista son algunas de las herramientas con las que las Warmi Power, que une las palabras mujer en aimara y poder en inglés, están enseñando a hacer frente a un problema creciente en Bolivia.
Warmi Power es el emprendimiento con el que las bolivianas Laura Roca y Kimberly Nosa recorren barrios y comunidades rurales para enseñar a niñas y mujeres, citadinas e indígenas por igual, a saber reaccionar ante la violencia, según comentaron a Efe.
La iniciativa surgió "al ver tanto maltrato, tanta violencia hacia la mujer", un asunto que "viene de hace muchos años" y es preocupante, explicó Roca.
Psicóloga de profesión, ella practica taekwondo desde hace más de 25 años, mientras que Nosa desarrolla ese arte marcial desde hace 15 y además es "coach" en desarrollo personal especializada en inteligencia emocional.
"Hemos querido englobar todo el conocimiento que tenemos (...) para crear una propuesta nueva para las mujeres que pueda empoderarlas, que pueda ayudarlas trabajando en prevención de violencia", indicó Roca.
Los talleres que brindan incluyen aspectos emocionales, psicológicos y físicos, pues se da a las participantes "herramientas básicas de escape" para que "sepan defenderse" en situaciones en que sus vidas corran peligro, pero sobre todo "que sepan identificar y prevenir la violencia", agregó.
El recorrido
El recorrido de estas warmis poderosas comenzó en 2015 y hasta ahora han alcanzado a más de 25.000 mujeres en todo el país, destacó Nosa.
"Escuchamos bastantes noticias todos los días (sobre) feminicidios, violaciones, pero una cosa es escucharlas en la televisión y otra es que vengan y te cuenten las personas que han pasado por estos momentos de violencia", comentó.
Por esto, ellas consideran que las mujeres deberían aprender desde pequeñas sobre defensa personal y prevención de la violencia para dejar de normalizar situaciones que no están bien.
Hace un año se unió al equipo Lidia Mayta, una aimara que conoció la iniciativa a través de una organización de mujeres de la que era parte y que recibió un taller de Warmi Power.
"Me ha interesado la iniciativa que tenían, he querido fortalecerme y empoderarme en lo que es defensa personal", dijo Mayta a Efe.
El mensaje que difunden estas tres mujeres donde van es claro: "la violencia no se resuelve con violencia", pero "aprender a defenderte puede salvarte la vida".
Mujeres empoderadas
El barrio Villa Mercedes en El Alto, la ciudad vecina de La Paz, recibió hace unos días a Warmi Power.
No era la primera vez que el trío compartía sus conocimientos con las mujeres del mercado callejero de esa zona, pues al verles, muchas de las beneficiarias, en su mayoría aimaras, se acercaron entusiasmadas a saludarles.
Roca y Nosa van vestidas con los tradicionales dobok blancos del taekwondo, con unos delicados detalles de aguayo, la tela tejida por las indígenas andinas, alrededor del cuello y en los hombros.
Mientras que Mayta lleva la vestimenta tradicional de las cholitas, las emblemáticas aimaras caracterizadas por sus polleras, manta, sombrero bombín y el cabello recogido en dos largas trenzas.
La lluvia que había caído previamente no impidió que muchas mujeres, algunas niñas e incluso un vecino y un par de niños llegasen al taller que se impartió en la cancha del barrio.
Los varones fueron bienvenidos porque las Warmi Power no ven a los hombres "como enemigos ni mucho menos, lo que queremos más bien es entre todos generar una cultura de paz y de no violencia", apuntó Roca.
Al principio hubo algo de timidez, pero luego las asistentes tomaron confianza y siguieron concentradas las instrucciones de Roca y Nosa, mientras que Mayta les hablaba de rato en rato en aimara.
Las mujeres aprendieron técnicas para evadir y bloquear golpes, zafarse de alguien que les tome de la mano para llevarlas por la fuerza y lanzar un puñetazo o una patada, siempre en defensa propia, entre otras técnicas.
"Se puede aprender bien, se practica y podemos defendernos de los rateros, (de) tanta violencia que hay", comentó a Efe Mary Quispe, quien a sus casi 60 años fue una de las participantes más entusiastas.
En busca de apoyo
Warmi Power es un emprendimiento que requiere apoyo, ya sea estatal o privado, para que su alcance sea mayor, pues hay mucha demanda de organizaciones y comunidades para que puedan impartirles talleres, pero requieren financiación, explicó Roca.
Los talleres como el impartido en Villa Mercedes son parte del componente social de la iniciativa y son posibles gracias al apoyo de instituciones como el Fondo Apthapi, indicó.
"Quisiéramos llegar con más cosas. Donde vamos hay gente con muchas necesidades y hacemos lo que podemos", señaló la psicóloga.
Algunas mujeres les han ofrecido apoyar la iniciativa desde sus oficios, por ejemplo con cortes de cabello o cambios de imagen para algunas víctimas de violencia, lo que les da esperanza de crear una red femenina de ayuda mutua.