Carlos Mesa no condena ultimátum golpista de Camacho ni se refiere a auditoría

El candidato de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, quien el domingo se reunió con su cúpula partidaria, no condenó el ultimátum golpista del cívico cruceño Fernando Camacho, quien dio 48 horas de plazo para que el presidente Evo Morales renuncie, como tampoco se refirió a la auditoría que realiza la Organización de Estados Americanos (OEA) al proceso electoral del 20 de octubre.

Mesa, desde un hotel de la zona Sur de La Paz, acompañado por el candidato a la Vicepresidencia, Gustavo Pedraza, y los electos senadores y diputados, prefirió emitir un pronunciamiento en el que planteó ir a nuevas elecciones, porque ve que la salida pacífica al conflicto político que vive el país es el "voto popular".

"Planteamos que la forma democrática y pacífica de lograr la salida de Morales del Gobierno, es el voto popular", dijo en esa declaración que hizo ante la prensa.

El candidato de CC, fiel a su estilo ambiguo, tampoco hizo referencia a la auditoría a los comicios que efectúa la OEA con más de 30 expertos, tarea que cuenta con el respaldo de países del mundo y organismos internacionales, proceso al que fue convocado.

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Con esa posición, Mesa, quien no acepta su derrota electoral da un nuevo giro a su desenvolvimiento político partidario, porque primero se atribuyó el derecho a disputar una segunda vuelta con el gobiernista Movimiento Al Socialismo (MAS) sin esperar el cómputo oficial de votos; luego demandó una auditoría internacional por sospechas de fraude.

También pidió desconocer los resultados de las elecciones generales, pero a los pocos días rechazó una auditoría integral al proceso electoral.

"Nosotros no aceptamos la auditoría en los actuales términos, pactados unilateralmente", dijo el 30 de octubre en conferencia de prensa.

En su nuevo libreto, ahora Mesa dice que su alianza política quiere unas nuevas elecciones, la renuncia de los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y su posterior juzgamiento.

"Creemos que la mejor solución a esta crisis en las actuales circunstancias es una nueva elección, administrada por un nuevo Órgano Electoral Plurinacional imparcial y con la observación rigurosa de la comunidad internacional", expresó.

Mesa pidió mantener paralizadas varias ciudades del país, restando importancia al clamor de la gente que vive a diario de sus ventas, con lo que dejó en claro que primero están sus intereses político partidarios, que el desarrollo del país.

El también expresidente, vinculado con políticos neoliberales e involucrado en la muerte de más de 60 personas en el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003), el cual fue su aliado, señaló la pasada semana que el objetivo de las movilizaciones de la oposición es "la salida de Evo Morales el 22 de enero del año 2020".