Papas "inteligentes", la clave en Bolivia ante el cambio climático
La agricultura de la papa afronta por el desarrollo de especies comerciales de crecimiento rápido en desmedro de aquellas que producían los abuelos de la comunidad y que tienden a desaparecer.
La agricultura de la papa afronta por el desarrollo de especies comerciales de crecimiento rápido en desmedro de aquellas que producían los abuelos de la comunidad y que tienden a desaparecer.
El cambio climático ha obligado a varios agricultores bolivianos de papa a combinar los saberes de sus abuelos con conocimientos relacionados con "prácticas climáticamente inteligentes" para además rescatar las variedades nativas del tubérculo que tienen capacidad de adaptación al frío y la sequía.
El cambio climático "ha afectado significativamente a la producción de la papa (...) la producción no ha sido muy buena, inclusive nos ha afectado en la economía ya que los precios de la papa bajaron", contó a Efe Leonel Mejía, un joven agricultor de 14 años.
Mejía, que se dedica a la agricultura desde sus 11 años, es conocido en el municipio de Patacamaya, en el altiplano del departamento de La Paz, por el conocimiento que desarrolló durante la pandemia sobre las variedades nativas de papas y las propiedades que tienen.
También mencionó que la agricultura de la papa, que muchas familias desarrollan para su subsistencia, afronta por el desarrollo de especies comerciales de crecimiento rápido en desmedro de aquellas que producían los abuelos de la comunidad y que tienden a desaparecer.
"Con la pandemia estamos revalorizando las papas nativas", mencionó mientras detalló las cualidades de los tubérculos que sirven para hacer harina, acompañar ensaladas, aquellas para cocinarlas dentro de la tierra o las que son de tipo "gourmet".
Agricultura inteligente
Bolivia tiene "más de 1.500 variedades de papas nativas" y muchas de ellas "tienen capacidades de adaptación a las variaciones climáticas", aseguró a Efe Santiago Vélez, representante en Bolivia del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Vélez consideró que "es fundamental" rescatar los "valores" y "conocimientos" ancestrales, como el respeto de los ciclos lunares, para generar "medidas de adaptación al cambio climático" y parte de ello pasa por conocer sobre las variedades nativas de papas bolivianas y la combinación técnicas de cultivos "climáticamente inteligentes".
Este especialista mencionó que la agricultura climáticamente inteligente implica el "conjunto de prácticas" que vinculan la ciencia con los saberes ancestrales para, por ejemplo, establecer cuál puede ser la especie adecuada que pueda germinar en sitios con características de altitud, humedad, temperatura y suelo específicas, combinada con la cultura de la región.
Al respecto, tanto Mejía como Bautista coincidieron en que en conjunto es necesario aplicar técnicas "orgánicas" para la protección en vez de los productos químicos que dañan la fertilidad de la tierra.
Velez, por su lado, indicó que la labor "inteligente" en los cultivos de papas implica también el uso de semillas mejoradas, de semillas nativas con los elementos orgánicos de producción.