Este lunes comenzó la comercialización de la marraqueta paceña en la ciudad de Santa Cruz

La famosa marraqueta paceña empezó a comercializarse en la ciudad de Santa Cruz a partir de este lunes. Tras el éxito que tuvo el pan de batalla en la Expocruz se decidió que se lo iba a comercializar con mayor frecuencia.

Ahora se analizó la situación y la marraqueta se venderá tres veces por semana en la capital cruceña, en una tienda ubicada, en la Avenida El Carmen, entre el quinto y sexto anillo. La dueña de la tienda es Helen Verástegui y llamó al lugar Illimani by Bruma.

Helen contó anteriormente que la idea iniciar un negocio con las marraquetas se dio después de ver la gran demanda que hubo en la Expocruz por el pan de batalla, tanto por paceños que residen en Santa Cruz, como por cruceños que probaban el crocante pan y quedaban encantados.

El lugar esta adornado con paraguas de colores, para ser semejante a la conocida calle Linares en en centro de la urbe paceña. Ahora en a tienda los panes de batalla se comercializan los lunes, miércoles y viernes, tienen un costo de un boliviano.

La familia Quispe es a que produce los panes en la ciudad de La Paz ya que los artesanos cuentan con un horno en la calle Manco Kapac, es ahí donde la marraqueta es elaborada desde tempranas horas de la mañana para luego ser transportada por vía aérea a la ciudad de Santa Cruz.

Helen señala que la población de Santa Cruz ya se ha apersonado a su tienda para comprar los famosos panes de batalla, además contó que muchos incluso pidieron las marraquetas por delibery, detalló a demás que los medios colaboraron mucho para que las personas se enteren de la actual venta de dicho pan.

Recordemos que, en la Expocruz, se habilitó un pabellón dedicado a La Paz, denominado ‘La Paz en paz’, en dicho sector se comercializaron las marraquetas que en primera instancia eran tres mil unidades, con el paso de los días y la alta demanda del público de la feria cruceña la producción alcanzó hasta 14 mil unidades.

El éxito fue notorio ya que todos los panes lograron ser vendidos, el público cruceño quedo cautivado por el sabor del pan paceño, por lo que Helen Verástegui y la familia Quispe decidieron continuar con la venta de dicho pan.