Por: Sofía Brañez • Bolivia.com

Llegó la quinta ola y autoridades de la salud aseguran que se redujeron unidades de terapia intensivas

Además de la reducción de UTIs, los recursos humanos que se tienen para atender a pacientes en esta quinta ola se han visto reducidos por falta de renovación de contratos.

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Imagen de referencia. Foto: Facebook
Imagen de referencia. Foto: Facebook

Además de la reducción de UTIs, los recursos humanos que se tienen para atender a pacientes en esta quinta ola se han visto reducidos por falta de renovación de contratos.

La situación es preocupante, esa es la conclusión a la que llegan los profesionales de salud tras echar un vistazo a las unidades de terapia intensiva (UTI) y recursos humanos disponibles para hacer frente a la quinta ola de COVID-19. 

Patricio Gutiérrez, presidente de la Sociedad de Medicina Crítica y Terapia Intensiva en La Paz, informó que la disponibilidad de UTIs en el país ha sido reducida a lo que había antes de la pandemia

“Cualquier hospital debería tener el 10% de las camas de internación destinadas a terapia, para que así se pueda atender a los pacientes con cuadros graves. Sin embargo, en Bolivia apenas alcanzamos al 1%”, señaló a tiempo de aclarar que este “número se duplicó al 2% durante las primeras olas de la pandemia, pero esa ampliación fue transitoria, porque se tomaron espacios improvisados de los mismos hospitales para adecuarse como áreas de UTI”, remarcó la autoridad de salud. 

Otro dato que señaló el especialista es que el dinero se habría acabado aparentemente, esto después dela cuarta ola debido a que quedó equipamento, pero insumos para la atención y medicamentos no quedaron, además de que los recursos no fueron suficientes para mantener al personal.

Al parecer, muchos del personal de salud no llegaron a renovar contrato y se cerraron las UTIs que habían, quedando como a un inicio cuando comenzó la pandemia.

Por su parte, el pasado presidente de la Sociedad de Medicina Crítica y Terapia Intensiva de Bolivia, Adrián Ávila, ha revelado que antes de la pandemia se realizó un censo específico sobre el servicio, en el que se develó que en todo el país había entre 490 y 500 terapias disponibles en el sector público, privado y de la seguridad social, pero que una vez que llegó la pandemia la cifra ascendió a 550 unidades.

Una vez que los casos comenzaron con el descenso, se desmantelaron UTIs y fiinalmente quedaron sólo 500 unidades que fue con la cantidad que se contaba allá en el 2019, optimizando servicios en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, "ahí se vio la inversión, pero en el resto del país la situación no ha cambiado en nada", así lo sostuvo Ávila. 

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