Amplían investigación contra la expresidenta, Jeanine Añez, por genocidio y asesinato en el marco del caso Sacaba
Añez es procesada por el caso Senkata y permanece privada de su libertad por el caso Golpe de Estado, por el cual se le otorgó 10 años de cárcel.
Añez es procesada por el caso Senkata y permanece privada de su libertad por el caso Golpe de Estado, por el cual se le otorgó 10 años de cárcel.
Este lunes 6 de marzo, una comisión conformada por cuatro fiscales, firmó el documento para ampliar la investigación contra la expresidenta, Jeanine Añez, por el caso Sacaba. Es por eso, que igual que en el caso Senkata, Añez será investigada por los delitos relacionados con la masacre en Cochabamba durante los conflictos de 2019.
“Señor juez, en previsión del Art. 279 (control jurisdiccional) del Código de Procedimiento Penal, y en mérito al memorial de solicitud de ampliación y demás elementos de convicción incluidos en el cuaderno de investigaciones, se tiene la necesidad de ampliar investigaciones en contra de la siguiente persona: Jeanine Áñez Chávez”, dice el memorial.
Es así que Añez será procesada por los delitos de genocidio, asesinato y asesinato en grado de tentativa en el marco del caso Sacaba, pues ya hace algún tiempo también se la procesa por el denominado caso Senkata y actualmente permanece privada de su libertad por el caso Golpe de Estado, por el cual se le otorgó una pena de 10 años.
En enero se determinó que Jeanine Añez sea juzgada por la vía ordinaria por el caso Senkata, pues se desconoció su mandato y por lo tanto no será juzgada en un juicio de responsabilidades.
Masacre de Sacaba
El 15 de noviembre de 2019 un grupo de cocaleros afines al Movimiento al Socialismo (MAS) trataba de ingresar a la ciudad de Cochabamba, por lo que un contingente de policías intervino dicha manifestación. Durante los enfrentamientos entre policías y simpatizantes del MAS, se reportaron seis fallecidos y 115 heridos.
En la intervención la policía decomisó gran cantidad de dinero, armas de fuego y explosivos que se encontraban en manos de los manifestantes afines al MAS.
De acuerdo con el ministro de Gobierno de ese entonces, Arturo Murillo, la mayoría de las muertes las provocaron los propios manifestantes, pues los manifestantes habrían fallecido con armas de calibre .22 y .99mm, calibres que no corresponden a las armas reglamentarias de la Policía o los militares. Además, señaló que algunos fueron disparados por la espalda.