María Galindo denuncia que la planta procesadora de papa en El Alto no está operando
“No hay una máquina funcionando, no hay una papa frita que se haya producido aquí”, dice María Galindo al mostrar el panorama en la planta

“No hay una máquina funcionando, no hay una papa frita que se haya producido aquí”, dice María Galindo al mostrar el panorama en la planta
Este jueves la activista María Galindo, realizó una inspección a la planta procesadora de papa en la ciudad de El Alto. Galindo acudió hasta esta obra que recientemente fue anunciada e inaugurada por el presidente Luis Arce, siendo una de las más emblemáticas de 2024.
Galindo que acudió hasta el interior de la planta, mostró el panorama de esta factoría y señaló que aparentemente esta gran obra, que fue anunciada como un emblema de la soberanía alimentaria, hoy no genera ingresos.
De acuerdo con las grabaciones y la transmisión de María Galindo, la fábrica ubicada en la ciudad de El Alto y administrada por la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), no estaría operando a pesar de haber sido presentada en septiembre del año pasado.
Es así que este jueves, Galindo y su equipo de prensa ingresaron a la fábrica y pudieron evidenciar que muchos de los equipos ni siquiera habían sido usados por primera vez. Otros equipos aún permanecían empaquetados, en cajas y bolsas, como si nunca hubieran sido utilizados.
La planta procesadora de papa, debía producir diversos productos a partir de esta hortaliza, entre ellos el puré de papa, y papas fritas congeladas, las mismas que fueron anunciadas como una innovación que sería comercializada en los supermercados de Emapa.
María Galindo también realizó otras observaciones, afirmó que solo se podía ver a unos pocos trabajadores y además señaló que el gerente de esta planta había “escapado” al conocer que la activista se encontraba en la factoría de la ciudad de El Alto.
“Yo he ido y no está funcionando la planta; no había nadie, salvo dos policías”, denunció Galindo, después de realizar su inspección de la forma que la caracteriza y a través del medio de comunicación Radio Deseo.
Durante su intervención María Galindo señaló que su visita fue para constatar si “es coherente” que el Estado Boliviano invierta en una planta en la que se producen papas fritas.
“Aquí no veo que vuele ni una mosca”, dice Galindo al ingresar a la planta, acompañada de su camarógrafo y un policía que la sigue en todo el trayecto. Es así que la activista inicia con una entrevista un técnico operador de la planta.
“No hay una máquina funcionando, esto está nuevito, no hay una papa frita que se haya producido aquí”, dice Galindo al ver la planta para luego afirmar que se usaron 162 millones de bolivianos para la creación de la planta, lo que implicaría al menos 23 millones de dólares.