Capturan pez remo gigantesco en aguas chilenas que podría predecir catástrofes naturales
Debido a esto, es posible que estos peces emerjan cuando detectan movimientos extraños en el fondo del mar.
Debido a esto, es posible que estos peces emerjan cuando detectan movimientos extraños en el fondo del mar.
En los últimos días, se conoció el hallazgo de un pez remo por parte de algunos pescadores en la costa de Arica, en el norte de Chile.
Un extraño animal que media casi seis metros (cinco metros con 80 centímetros de largo) fue encontrado en las aguas chilenas. De hecho, tuvieron que hacer uso de una grúa para sacarlo del agua.
Este es un avistamiento muy extraño, puesto que estos gigantescos peces habitan en las profundidades del océano, entre los 200 y 500 metros de profundidad y no es común que aparezcan en la superficie del mar y en las playas.
Según lo publicado por el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), en sus redes sociales, este animal pertenece al género Regalecus, una clase de peces óseos de gran tamaño.
Estos peces poseen bocas pequeñas, con mandíbulas diminutas y dentadas. No tienen escamas y su piel es viscosa y plateada, además de una aleta dorsal rojiza voluminosa que va desde la cabeza hasta el extremo de la región caudal. Tiene 400 espinas y puede pesar aproximadamente 200 kilos.
Por otra parte, se alimentan de pequeños peces y calamares. Suben a la superficie cuando están enfermos o muriendo.
Lo que ha generado alerta en las personas es el "peligro" que puede generar esta aparición pues, según las creencias, puede anunciar una catástrofe natural muy pronto, ya que este animal es ligado a una mitología conocida por los japoneses donde aseguran que una serpiente marina llamada Namazi es asociada a este pez remo el cual era señal de terremoto o tsunami, y se dice que quien lo encuentre, queda maldito. Incluso, es conocido como Ryugu no tsukai, lo que se traduce como "Mensajero del Palacio del Dios del Mar".
Debido a esto, es posible que estos peces emerjan cuando detectan movimientos extraños en el fondo del mar.
Tanto en junio como en julio del año 2020, dos ejemplares de esta especie aparecieron en México, y en ambos casos, a los pocos días, se produjeron terremotos. En el primer caso, se produjo un terremoto de 7,5 en Cozumel, diez días después del primer avistamiento, mientras que un mes más tarde, sucedió lo mismo.