Por: Prensa Gladys Flórez • Bolivia.com

La importancia de las caricias y los abrazos en los bebés

Investigaciones han demostrado que los niños que son acariciados presentan 50% más contacto visual y están tres veces más propensos a mostrar expresiones positivas.

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Caricias y abrazos: ¿por qué son importantes para los bebés?. Foto: Shutterstock
Caricias y abrazos: ¿por qué son importantes para los bebés?. Foto: Shutterstock

Investigaciones han demostrado que los niños que son acariciados presentan 50% más contacto visual y están tres veces más propensos a mostrar expresiones positivas.

La piel es el órgano más grande del cuerpo, y es el receptor de sensaciones y emociones que se manifiestan a través de ella. Desde la gestación la piel del bebé está en contacto permanente a través de las paredes del útero y la pared abdominal de la madre, por eso cuando nace necesita sentir ese contacto físico. 

"El momento más importante de contacto físico es el nacimiento y las horas que le siguen, porque para un bebé llegar a este mundo no es fácil, en cuestión de segundos pasa a un mundo completamente diferente de donde vivió durante nueve meses, eso hace que se sienta inseguro, desprotegido y que necesite del contacto piel a piel con su madre, del calor de su cuerpo, de su olor", afirma Gladys Flórez, Psicóloga y Orientadora del programa educacional de una reconocida marca estadounidense de cosméticos para bebés.

El tacto es el primer sentido que se desarrolla alrededor de las 4 a 7 semanas de gestación, el más fuerte en el momento del nacimiento y el que contribuye al progreso y maduración de los otros sentidos. El poder del tacto está en la conexión tan fuerte que se da entre los padres y el bebé a través de la caricia, del masaje y del contacto físico.

Investigaciones han demostrado que los niños que son acariciados presentan 50% más contacto visual y están tres veces más propensos a mostrar expresiones positivas como balbuceos, sonrisas, todo esto hace que tengan una mejor autoestima y habilidad para relacionarse con los demás. 

"En las diferentes rutinas que realizamos con el bebé como el baño y el masaje, se estimulan otros sentidos además del tacto y el olfato, como son el de la visión y el auditivo; a esto se le conoce como estimulación multisensorial, lo que contribuye a que tenga un mejor desarrollo cognitivo, físico emocional y social", asegura Flórez.

Los masajes y sus beneficios 

El masaje consiste en realizar caricias suaves con amor a nuestro bebé, las cuales mejorarán el funcionamiento de todos sus sistemas vitales, además de relajar y fortalecer el vínculo afectivo. Estas son las zonas en las que deberías masajear a un bebé y sus beneficios:

  • Cara: tiene como beneficio liberar tensión y relajar al bebé.
  • Pecho: beneficia el ritmo cardíaco y la respiración. 
  • Axilas: estimula la función del sistema inmunológico. 
  • Brazos: activa el sistema circulatorio y ayudan a tonificar los músculos. En las manos y los dedos, relajan al bebé.
  • Abdomen: ayuda a aliviar cólicos, gases, y estreñimiento.
  • Piernas: activa el sistema circulatorio y ayudan a tonificar los músculos. En los pies y los dedos, relajan al bebé.
  • Espalda: reduce el estrés.

Preparación para el masaje 

Al momento de iniciar el masaje se deben tener las manos limpias, preparar una superficie cómoda para el bebé y para los padres, en un ambiente libre de corrientes de aire, porque debe estar sin ropa, solo con el pañal. El bebé debe estar receptivo al masaje, es decir despierto y tranquilo. 

"Antes de comenzar el masaje debemos calentarnos las manos y aplicar crema líquida hidratante para antes de dormir ideal para bebés, frotándolas para calentarlas y reducir la fricción" explica Gladys Flórez.

En promedio del masaje debe durar entre 15 y 20 minutos, lo puede dar la madre, el padre, la abuela o la persona que cuida al bebé, lo importante es que sea con tranquilidad, con una presión suave y con amor.

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