El grupo paramilitar Wagner se revela contra Vladimir Putin y amenazan con tomar Moscú

El jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, se ha declarado en rebeldía contra el Ministerio de Defensa de Rusia y además afirmó tener control del Estado Mayor de las fuerzas rusas, las instalaciones militares y el aeródromo en la ciudad de Rostov, al sur del país.

Es así como Prigozhin, tomó bajo su control la ciudad sureña de Rostov del Don, sumado a esto amenazó con continuar y marchar hacia Moscú, en lo que Putin ha considerado una rebelión armada que sería una traición. Según el mandatario, esta rebelión será sofocada para evitar una guerra civil.

Tras la toma de Rostov, convoys de este grupo armada ingresaron a la provincia de Lipetsk, a unos 400 kilómetros de Moscú, por lo que la preocupación crece en la capital de este país, donde podrían llegar los mercenarios que continuarán su marcha mientras “no tengan en su poder al jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Guerásimov, y al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, con quienes lleva meses de enfrentamiento.

Como contraparte el líder checheno, Ramzán Kadírov, anunció el envío de hombres a la “zona de tensiones”, para de esta manera “preservar la unidad de Rusia y defender el Estado”. De igual forma se supo que las Fuerzas Armadas “están tomando las medidas operativas y de combate necesarias” para evitar la llegada de los mercenarios Wagner a otras regiones.

De igual forma, Vladimir Putin ha prometido castigar lo que considera una “traición” del jefe de este grupo paramilitar que amenaza con llegar a Moscú. Esta rebelión significa además un riesgo de guerra civil, para el país que además invadía Ucrania.

 “Es una puñalada por la espalda para nuestro país y nuestro pueblo (…) A lo que nos enfrentamos es exactamente a una traición. Una traición provocada por la ambición desmesurada y los intereses personales” dijo Putin en un mensaje brindado por la situación.

Por su parte la comunidad internacional, como la Unión Europea (UE) y la OTAN observan los acontecimientos que Ucrania señala que podría ser un signo de colapso del régimen de Vladimir Putin. Debido a esta situación se ha recomendado que los ciudadanos eviten viajar a Moscú.

La rebelión se produjo luego de que Yevgueni Prigozhin, de 62 años, quien se encontraba en constante lucha contra los altos mandos militares de Rusia, a los que acusaba de bajas en sus tropas. Sumado a esto había denunciado que el Ejército ruso no equipaba suficientemente a los mercenarios.