El secreto de la felicidad. Foto: Shutterstock
Para ser feliz hay muchos caminos y formas, pero lo cierto es que pequeñas cosas también nos ayudan día a día a ser más felices.
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En Colombia , el 60% de la población adulta tiene malas costumbres a la hora de ingerir comida ; por desconocimiento a la hora de elegir alimentos sin tener en cuenta las propiedades nutricionales.
Los humanos pierden cinco años de vida por una mala nutrición, Bernardita Vignola , experta en este tema, explica que hay una hormona llamada serotonina , más conocida como la “hormona de la felicidad” , que es sintetizada en el sistema nervioso central, y su principal función es controlar el nivel de apetito, regular la temperatura corporal y controlar el sueño. Pero además, se relaciona con el estado de ánimo, emociones y estados depresivos.
Los alimentos ricos en este aminoácido son: carnes, pescados, aves, huevos y lácteos . Además se encuentra en las legumbres, cereales integrales, maní, levadura de cerveza y productos de soya .
Otro neurotransmisor que influye en los distintos estados de humor y conducta es la dopamina . Este neurotransmisor se sintetiza a partir de la tirosina , que se encuentra principalmente en productos cárneos como vacuno, aves, pescados y también en huevo y lácteos . Además la podemos encontrar en verduras como acelga, espárragos, zanahoria, espinaca, pepino y perejil . También está presente en cereales integrales, arroz, legumbres y almendras .
Además, las frutas que consumas deberás hacerlo enteras ya que, al cortarlas en pedazos, el contacto con el oxígeno y los elementos de cocina puede quitarle parte de sus nutrientes . Muchas cumplen con funciones que parecen casi desconocidas. Un ejemplo, es el aguacate, que aparece como el reemplazo perfecto de la mantequilla, gracias a su estructura y componentes más naturales y saludables. La guayaba, contiene tres o cuatro veces más niveles de Vitamina C que la naranja u otros frutos cítricos.
Secretos de la vida nutricional que toman importancia cuando se complementan con hábitos como: comer pausado, ya que la masticación lenta ayuda a una fácil digestión y por ende, absorberá correctamente los nutrientes necesarios .
Por otra parte, la hidratación y la práctica continua de algún tipo de actividad física hacen parte de las necesidades nutricionales. Ambas ayudan a mantener un metabolismo correcto en el cuerpo y permiten que el cerebro no se confunda entre "tener hambre" o "tener sed" .
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