David Choque, el hombre boliviano que decoró su casa con 12 esculturas de Satanás porque es "devoto del diablo"
David tiene 42 años y es el orgulloso dueño de la "Casa del Tío" quien se considera además devoto del Principe de la Oscuridad.
David tiene 42 años y es el orgulloso dueño de la "Casa del Tío" quien se considera además devoto del Principe de la Oscuridad.
Existe una casa ubicada en la zona de 25 de Julio, en la ciudad de El Alto, en Bolivia, que sorprende por su particular fachada al público.
Se trata de la vivienda de David Coque, un boliviano que se atrevió a decorarla con 12 esculturas de Satanás, imágenes que poseen cabezas y cuernos enormes que arman un ingreso temible.
"Me han dicho: 'eso está mal, bájelo', pero es mi cultura, no puedo. No puedo vivir sin pedir favores (al Tío) y ahora le pondré mi casa para que la gente que se identifique con él, venga", añadió.
Según medios internacionales, David tiene 42 años y es el orgulloso dueño de la "Casa del Tío" quien se considera además devoto del Principe de la Oscuridad. El hombre se dedicó a la minería durante su vida y ahora dice tener creencias satánicas, debido a la "protección" que siente por las esculturas.
En Bolivia, el modismo "el Tío" está relacionado a Lucifer, Satanás o el Diablo. En otras palabras, la llaman "la casa del Diablo".
"La casa del Tío" se ha convertido en una atracción casi turística, pues a pesar del miedo que provocan las 12 'cabezas' del Diablo, muchos curiosos se acercan para conocerla.
En una entrevista que le realizó la revista La Razón, del país del Altiplano, Choque señaló que, "Son 12 cabezas para cada mes del año. Están en la entrada de la casa y también en mi dormitorio".
"Tengo imágenes en mi dormitorio para poder rogarle; lo hago todos los días. (...) Es mi creencia. Algunos adoran otras imágenes y yo no tengo problemas con ello. A mí mal no me ha ido con mi creencia", justificó.
La casa fue transformada a principios de enero y cada pieza fue colocada manualmente con una base hecha en piedra, cemento, madera y mucha paciencia. Este trabajo artesanal todavía no está terminado, incluso David Choque señaló que todavía le faltan más cabezas que colocar.
Además de las creencias religiosas, que por lo general son diferentes a las de Choque, su dueño aclaró que cuando el proyecto esté finalizado se convertirá en un "consultorio espiritual".
"Hay que perderle el miedo a este tipo de cosas. Todo el que quiera pasar va a ser bienvenido para que les lean las cartas y también explicarles la cultura del Tío", declaró su hermana, Victoria Choque.